Se trata de una fibra recta con extremos planos (con forma de cola de pez), lo cual conlleva un grado de anclaje muy superior al que se obtendría con una fibra únicamente recta, en cuyo caso la unión se produciría sólo por la fricción entre el acero y el hormigón.
Actualmente estas fibras se utilizan casi exclusivamente en aplicaciones de hormigón proyectado por su reducido índice de rebote. Sin embargo, también pueden ser utilizadas en otras aplicaciones como en elementos prefabricados.
La trabajabilidad de estas fibras es excelente siempre que la esbeltez sea inferior a 80. No son fibras adecuadas para aplicaciones en las que el control de la retracción sea lo primordial. Es necesario utilizar hormigones con altos contenidos de finos y resistencias determinadas (mínimo HA30) para que los extremos planos de la fibra consigan el grado de anclaje deseado.
FE 65/35