Los problemas generados a la hora de fabricar elementos prefabricados están habitualmente relacionados con las formas complejas y curvas de la armadura, y las tolerancias y espesores reducidos que hacen difícil la colocación de la misma. Esto conlleva que la compactación del hormigón sea muy laboriosa. Además, en muchos casos, el refuerzo es únicamente utilizado con el fin de controlar la retracción o para aportar mayor resistencia durante el transporte o la manipulación del elemento.
El hormigón reforzado con fibra de acero puede resolver dichos problemas ya que es sencillo de colocar y de compactar. El hormigón reforzado con fibra de acero puede proporcionar suficiente ductilidad al elemento prefabricado, de forma que cumpla con sus solicitaciones, dependiendo del tipo de fibra y dosificación, además de conseguir darle la resistencia necesaria para que este no se deteriore durante su transporte o manipulación en obra. La mayoría de los elementos prefabricados pueden ser construidos con fibra de acero como única armadura, como ocurre con los tubos para conducción de aguas residuales o las dovelas para túneles. Las vigas prefabricadas son un ejemplo de solución que combina ambos tipos de refuerzo.
Algunos países pueden exigir ciertos certificados a nivel nacional para poder utilizar las fibras de acero en elementos prefabricados.
Rolls Royce Arnstatt, Alemania
Water storage tanks, Bélgica
Egg-shaped sewer pipes, Chequia
Tunnel de Abdalajis, España
Metro Norte Madrid, España
Satma Cepeca, Francia